top of page

1. Pensamientos desde Bigene

WhatsApp Image 2022-04-12 at 1.36.30 PM.jpeg

Mi hermana mayor me dice siempre: “África, somos hijas de la tierra olvidada, olvidada por los gobernantes, el mundo y el tiempo”... Y a veces parece que tiene razón. Llevamos dos horas aquí todos sentados esperando a que venga el Diputado, y una de dos: o se ha perdido o se ha querido perder. 


Según dicen viene a calmar las aguas en Bigene. Las aguas, no sé, pero la gente está más que revuelta y enfadada: se supone que tiene que pelear por que esta tierra se desarrolle, pero lo único que se ha desarrollado, según mi padre, es el bolsillo del Diputado. Ahora se está construyendo una gran casa en la capital; puede ser que por eso no venga. La última vez que vino fue para las elecciones, hace 3 años.

​

Yo no entiendo mucho de política, pero sé que el Sector solo se reúne para cosas importantes. Teniendo en cuenta el calor que hace hoy, esto tiene que ser muy importante. Por eso mi padre quiere que esté con la familia. Todo el mundo ha dejado sus tareas para esto, incluso mis madres han venido. Quiere que estemos toda la familia junta, los veinte. 

Mi padre sí que es un experto en política. Habla con mucho orgullo de Guinea-Bissau y siempre se pone a discutir con los vecinos mientras toman té guarga. Todos los días por la tarde, antes del rezo, cuando el sol más aprieta, se sientan debajo del árbol de mango a tomar guarga. Discuten a gritos, como si fueran a pelear. Mientras, mi hermano mellizo Ansu hace el té y escucha atentamente.


El otro día, mientras lavaba la ropa en el pozo con mis hermanas pequeñas, oí que hablaban del camino de Bigene. Unos decían que pronto lo arreglarían; otros decían que por fin van a hacer una carretera de asfalto; los más pesimistas decían que es otra promesa que no cumplirán. Yo nunca lo he recorrido, pero mi padre dice que para ir a la ciudad de Ingore, a 30 kilómetros, son 4 horas en Toca Toca. ¡Y las cosas se ponen peor en la estación de lluvias! Entonces el camino se llena de hoyos y se hace casi  impracticable. ¿Puede que por eso no haya llegado el diputado?

WhatsApp Image 2022-04-12 at 1.36.31 PM.jpeg
WhatsApp Image 2022-04-12 at 1.36.32 PM.jpeg

La temporada de lluvias arrasa con todo. Mi abuela cuenta que, antes, cuando empezaba a llover en abril, no paraba hasta octubre. Ahora no llueve continuamente, pero cuando lo hace, es como si el cielo llegara tarde y tuviera prisa por dejar caer toda el agua que debería repartir en un año. Llueve tanto y tan fuerte que muchas casas se caen. Nosotros tenemos suerte: mi hermano Buba está en Europa y nos manda dinero. Con lo que nos ha enviado, mi padre ha construido una casa de bloques de cemento y tejado de chapa. Pero muchos de nuestros vecinos no son tan afortunados: sus casas son de adobe y tejado de paja. Cuando llueve muy fuerte, las paredes se deshacen como el azúcar en el té. Siempre que llueve ocurre lo mismo, mucho calor seguido de un viento frío muy fuerte y, después, el cielo se abre para dejar caer sobre la tierra toda el agua del mundo.


De verdad que tenemos mucha suerte. En mi casa, como en todas las de aquí, vivimos muchas personas. Si algo así pasara y nuestra casa desapareciese como las briznas de hierba antes de la tormenta, sería algún castigo de los ancestros por algo que hemos hecho mal. Al menos eso dice mi abuelo cuando a veces pasan cosas así en el pueblo. Baba es algo cascarrabias, pero ha vivido mucho hasta poder llegar a ver y querer a sus siete nietos y cinco bisnietos.


Ha pasado otra hora más y parece que nos vamos a casa. Empieza a soplar un fuerte viento y están recogiendo la carpa… Creo que hoy tampoco vendrá el Diputado.

bottom of page